Antártida, defensa y el Atlántico Sur: el rol estratégico de las FFAA

Base Conjunta Antártica Petrel, estación científica de la Antártida perteneciente a la República Argentina
Base Conjunta Antártica Petrel, estación científica de la Antártida perteneciente a la República Argentina

Antártida, defensa y el Atlántico Sur: el rol estratégico de las FFAA

Por:  David Pizarro Romero

El peso estratégico de la Antártida es vital para el desarrollo de nuestro país. Punto por punto, cuál es la tarea de las fuerzas armadas para el sostenimiento de la paz y el crecimiento nacional. La necesidad de la integración bicontinental.


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Como Nación debemos mirar al Atlántico Sur. Si no lo miramos y descuidamos nuestros intereses que, en este mar, cometeríamos un error que sin dudas puede afectar incluso nuestra existencia como Pueblo. 

Para empezar, tenemos que tener en cuenta que el 85% de nuestro comercio se realiza por vía marítima. Además de ser conscientes de la magnitud de los recursos renovables y no renovables que se encuentran en esta zona (a la que amplios sectores lo llaman la “Pampa Azul”). Tenemos jurisdicción ahí. 

Argentina en su extensión bicontinental y marítima
Argentina en su extensión bicontinental y marítima

Por eso, si no pensamos una estrategia que tenga en cuenta su valor geopolítico, estaríamos cometiendo un error gravísimo. Y es que el Atlántico Sur no es sólo importante por los recursos naturales, sino porque también nos conecta a las Islas Malvinas, a la Antártida y además permite los pasos interoceánicos que están a nuestro alrededor.

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Por:  David Pizarro Romero

El peso estratégico de la Antártida es vital para el desarrollo de nuestro país. Punto por punto, cuál es la tarea de las fuerzas armadas para el sostenimiento de la paz y el crecimiento nacional. La necesidad de la integración bicontinental.


Como Nación debemos mirar al Atlántico Sur. Si no lo miramos y descuidamos nuestros intereses que, en este mar, cometeríamos un error que sin dudas puede afectar incluso nuestra existencia como Pueblo. 

Para empezar, tenemos que tener en cuenta que el 85% de nuestro comercio se realiza por vía marítima. Además de ser conscientes de la magnitud de los recursos renovables y no renovables que se encuentran en esta zona (a la que amplios sectores lo llaman la “Pampa Azul”). Tenemos jurisdicción ahí. 

Argentina en su extensión bicontinental y marítima
Argentina en su extensión bicontinental y marítima

Por eso, si no pensamos una estrategia que tenga en cuenta su valor geopolítico, estaríamos cometiendo un error gravísimo. Y es que el Atlántico Sur no es sólo importante por los recursos naturales, sino porque también nos conecta a las Islas Malvinas, a la Antártida y además permite los pasos interoceánicos que están a nuestro alrededor.

El Atlántico Sur, zona vulnerable

La vulnerabilidad de esta región se radicó históricamente en la falta de conciencia por parte del Estado y de su población acerca de las amenazas que enfrenta. Expertos en geopolítica de otros países siempre describieron al mar como el punto débil de la Argentina. Nuestro país tiene la imperiosa necesidad de controlar y proteger cinco complejos geopolíticos fundamentales: 

  • El Frente Marítimo.
  • El Área focal de la Provincia de Buenos Aires.
  • Las islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur.
  • El Polo Patagónico Austral. 
  • La Antártida. 

Pero esta falta de conciencia desapareció gradualmente en los últimos años. Ahora mismo existe un cierto consenso sobre su importancia estratégica, política, económica y medio ambiental. Y es en el marco de este consenso que la política de las últimas décadas empezó a mirar hacia el sur y en particular hacia la Antártida. 

Base Marambio, principal base argentina en Antártida fundada en 1969
Base Marambio, principal base argentina en Antártida fundada en 1969 | Créditos: David Pizarro Romero

Y es que el objetivo de esa perspectiva siempre fue claro: lograr la cohesión territorial y la integración de las tierras al sur de Tierra del Fuego

Sin embargo, hoy, con un nuevo gobierno en funciones, parece que esa mirada al sur se diluye. Por eso el propósito de este es informe resaltar la importancia de la Antártida para nuestro país y destacar la relevancia que tiene el esfuerzo militar para sostener nuestro reclamo de soberanía en dicho continente. 

La Antártida, un botín en disputa

La República Argentina tiene un reclamo justo y verdadero sobre el territorio antártico. El mismo no es caprichoso, sino que se asienta en diversos y múltiples principios que le dan crédito y valor. Los argumentos que sostiene el Estado argentino son de carácter histórico, jurídico y geográfico. El peso propio y específico de la argumentación que sostiene el reclamo argentino resulta un aval poderoso para el objetivo soberano. 

El reclamo de soberanía en la Antártida de parte de la República Argentina, comprendido entre los meridianos 25º y 74º oeste y desde el paralelo 60º sur hasta el Polo Sur geográfico, es acompañado por los reclamos de soberanía de otros seis estados que reivindican territorialidad en el Continente Antártico. Estos son: 

  • Australia.
  • Chile.
  • Francia.
  • Nueva Zelanda. 
  • Noruega.
  • Reino Unido. 

Pero a su vez, los reclamos de Chile y el Reino Unido se superponen con el argentino. El del Reino Unido abarca por completo el sector reclamado por la Argentina, y el chileno se superpone parcialmente. Desde 1947, Chile y la Argentina se reconocen mutuamente derechos de soberanía en la Antártida, quedando pendiente la delimitación en la parte superpuesta de sus reivindicaciones. Al momento todos los reclamos de soberanía están en “stand by” gracias al Tratado Antártico

Reclamaciones territoriales sobre la Antártida
Reclamaciones territoriales sobre la Antártida | Créditos: El Orden Mundial

Con el objeto de evitar que el asunto de los reclamos pudiera extenderse, el Tratado establece que, mientras esté vigente, no se efectuarán nuevas reclamaciones de soberanía en la Antártida, ni se ampliarían las ya existentes.

¿Qué es el Tratado Antártico?

El 1 de diciembre de 1959 la Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica y la entonces Unión Soviética firmaron en Washington el Tratado Antártico, con el objetivo de asegurar la libertad de investigación científica y la promoción de la cooperación internacional con fines científicos en la Antártida. Además se hizo para garantizar que el sexto continente tuviera usos exclusivamente pacíficos. El Tratado Antártico entró en vigor el 23 de junio de 1961, después de conseguir la ratificación parlamentaria de todos sus signatarios originales.

El Tratado establece también la prohibición de realizar explosiones nucleares –una propuesta original de la Argentina-, así como de eliminar desechos radiactivos en la Antártida. Además el Tratado prohíbe cualquier actividad de carácter militar en el continente, con excepción del apoyo logístico a investigaciones científicas u a otras actividades con fines pacíficos realizado por personal militar.

Nuestro país hoy día opera siete bases permanentes: Orcadas (1904), Belgrano II (1979), Esperanza (1952), Carlini, ex Jubany (1953), Marambio (1969), San Martín (1951) y desde el 2022 Petrel (entre 1976 y 2021 funcionó como base temporal). 

Navegación en la Antártida
Navegación en la Antártida | Créditos: David Pizarro Romero

Existen, además, otras seis bases temporales: Brown, Cámara, Decepción, Matienzo, Melchior, y Primavera. Estas bases se utilizan principalmente para la actividad científica, dirigida por el Instituto Antártico Argentino dependiente de la Dirección Nacional del Antártico bajo la órbita de Cancillería. Las Fuerzas Armadas tienen para el país un rol fundamental en la política antártica. A través del Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR) llevan adelante la actividad de apoyo logístico antártico por medio de la planificación y posterior desarrollo de las campañas antárticas.

Para la República Argentina, parte del extremo sur del continente americano, poder conectar los dos continentes (americano y antártico), le permitirían posicionarse como un actor relevante y de privilegio, al ser el estado que custodie el Atlántico Sur y los canales de comunicación interoceánicos e intercontinentales. Asimismo, la disposición de las islas antárticas y subantárticas le permitirían asentarse con múltiples posibilidades de generar puntos de conexión intermedios, más cercanos y que actuaran como bases de control, de acceso y de triangulación entre la República Argentina, el Continente Americano y el Continente Antártico.

Gran parte de la importancia de la Antártida radica en que se presenta como una llave de acceso y salida al Atlántico Sur y al canal bioceánico Atlántico-Pacífico. Por consiguiente, quien establezca el control del territorio antártico, puntualmente en el sector que reclama la República Argentina, dominaría el Atlántico Sur. Esto incluiría además tener el control estratégico sobre recursos vitales y ejes de comunicación también estratégicos.

Imagen tomada en diciembre de 2023 en Base Petrel. Retroexcavadora con el mapa bicontinental y el lema “Y al sur Argentina limita con el Polo”
Imagen tomada en diciembre de 2023 en Base Petrel. Retroexcavadora con el mapa bicontinental y el lema “Y al sur Argentina limita con el Polo” | Créditos: David Pizarro Romero

El “continente blanco”, un tesoro rico en recursos

El Continente Antártico es una tierra provista de importantes y estratégicos recursos. A pesar de su apariencia inhóspita, desértica y fría, la variedad y riqueza de sus recursos naturales destacan por sobre los meros pareceres. En muchas ocasiones la sobrevaloración de las apariencias es producto del profundo desconocimiento acerca del territorio antártico.

El reconocimiento de la importancia antártica, por sus características geográficas y por la riqueza de los recursos que sobre su suelo y sus aguas se depositan, dan fundamento al gran valor geopolítico para nuestra Patria. 

Asimismo, el planeamiento y la puesta en funcionamiento de la política antártica que se dirija a la consecución de los fines previstos en ella, resulta uno de los impulsores geoestratégicos fundamentales.

En este punto es preciso no hablar de incorporación de las tierras antárticas, sino de integración de estas, en razón que la Antártida Argentina forma parte natural e indivisible de la República Argentina. Su consagración y afianzamiento en términos del Derecho Internacional evitará la incursión de intereses extranjeros sobre el terreno.

La relación entre las Fuerzas Armadas y la Antártida Argentina

Acá es donde debemos detenernos y entender el porqué de la actuación de las Fuerzas Armadas en la Antártida. Esta integración no podría haberse realizado sin su participación, ni se podría haber seleccionado mejor actor para el cumplimiento efectivo de esta meta del Estado. 

Por su misión, función y características operativas, las Fuerzas Armadas fueron el actor necesario, imprescindible y efectivo para el éxito de la empresa. La actividad además se extendía en el reconocimiento y relevamiento del terreno, en el trabajo para el establecimiento de las bases, en labores científicas –meteorológicas, topográficas, atmosféricas, biológicas, aeroespaciales, entre otras- y en tareas operativas.

Dotación de la Base Petrel 2023
Dotación de la Base Petrel 2023 | Créditos: David Pizarro Romero

Y es aquí donde el COCOANTAR mantuvo y ganó relevancia gracias a diversos proyectos en ejecución tendientes a reforzar la presencia argentina en la Antártida. El COCOANTAR es un elemento que conduce una operación que está en permanente desarrollo, porque la Campaña Antártica no termina cuando vuelven los buques. Ahí comienza la parte más exigente de la campaña, porque la complejidad radica en que tanto el personal militar como también científicos permanecerán en la Antártida y deberán invernar. Argentina tiene desplegadas trece bases con científicos, militares y técnicos con incidencias propias de vivir en un ambiente geográfico particular con características hostiles y de alta rigurosidad para el desarrollo de las actividades al aire libre. Esto implica una logística de alta complejidad.

La Argentina, un país con experiencia antártica 

Gracias a esa permanencia constante en el continente blanco, Argentina es uno de los países con más experiencia antártica. El comandante del Estado Mayor Conjunto, el Teniente General Juan Martín Paleo afirmó hace poco: 

“…A nivel internacional, nuestro país tiene sobradamente prestigio muy bien ganado. Somos autoridad en materia antártica, así somos reconocidos…”.

El COCOANTAR efectúa las Operaciones Logísticas Antárticas en un ambiente multidisciplinario, con actores estatales y no estatales. La implementación de tecnologías y métodos en el Territorio Antártico mejora los esfuerzos operacionales, pese a las barreras técnicas y económicas. 

A su vez, la Antártida experimenta constantemente cambios de paradigma, dónde busca una nueva visión global y mejoras en las prácticas. De igual importancia que la innovación, el entorno medio ambiental refleja un requisito importante a considerar por el impacto que puede provocar. Por ende, las innovaciones en la Antártida deben ser congruentes a los fines antárticos.

Descarga de equipamiento en el año 2023 a través de un pontón fabricado por TANDANOR
Descarga de equipamiento en el año 2023 a través de un pontón fabricado por TANDANOR | Créditos: David Pizarro Romero

Respecto a los objetivos operacionales del organismo argentino, los mismos se basan en la misión del COCOANTAR establecida en el Artículo 2º y Anexo I al Decreto Nº 368/2018 a través del cual se constituyó con carácter permanente y en el Artículo 1º de la Resolución Nº RESOL-2018-696-APN-MD de fecha 02 de julio de 2018, y son los siguientes 6 puntos, a saber:

  1. Lograr la eficiencia del sostén logístico antártico en tiempo, espacio y cantidad oportuna de acuerdo con los requerimientos recibidos de las bases antárticas y otros requerimientos de la DNA. Especialmente a todo lo referente a bienestar y salubridad del personal desplegado.
  2. Incrementar el ejercicio de la soberanía a través de la presencia argentina en la Antártida mediante la modernización de la infraestructura de las bases, refugios y demás instalaciones.
  3. Incrementar y proyectar las capacidades de apoyo logístico (terrestre, naval y aéreo) que permitan un mayor despliegue eficiente en el Sector Antártico Argentino con la finalidad ejercer mayor soberanía y apoyo a la ciencia.
  4. Intervenir y fomentar las actividades científicas, tecnológicas y educativas desde el ámbito del COCOANTAR y apoyar a las Instituciones relacionadas con la actividad antártica.
  5. Contribuir a la protección y preservación del medio ambiente.
  6. Explorar y utilizar fuentes de energías alternativas tendiendo a la autonomía energética de las bases antárticas.

Pero luego también, el COCOANTAR posee una agenda propia de objetivos a corto y mediano plazo, que son los siguientes:

  1. Consolidar el Eje Ushuaia-Petrel.
  2. Optimizar la sustentabilidad ambiental de las bases y refugios antárticos.
  3. Alcanzar una proyección profunda en el sector antártico de interés mediante el desarrollo de al menos una posición relativa favorable (Pista de hielo azul).
  4. Consolidar las capacidades de búsqueda y salvamento de asistencia y evacuación sanitaria, de apoyo logístico y operativo antártico.
  5. Efectuar monitoreo de bases, instalaciones y/o medios en el Sector Antártico Argentino de interés mediante el control y vigilancia de tecnologías.
  6. Consolidar la capacidad de brindar servicios logísticos esenciales a países miembros del tratado.

La reapertura de la Base Antártica Conjunta Petrel como base permanente no significaría solamente sumar un motivo más al reclamo de la República Argentina sobre el sector del Continente Antártico, sino también la chance de construir un polo multimodal logístico y turístico de ingreso al Continente Blanco.

Sargento Ayudante Ferrandez realizando tareas en la Base Petrel (2023)
Sargento Ayudante Ferrandez realizando tareas en la Base Petrel (2023) | Créditos: David Pizarro Romero

La función estratégica básica de nuestras Fuerzas Armadas no es otra que la de brindar a nuestro país un instrumento para proteger su territorio, su espacio marítimo y su proyección en el continente antártico para que sea capaz de proyectar poder para denegar el acceso a actores no deseados y resguardarlo para los propios propósitos.

Tal y como señaló hace tiempo el Contralmirante Martin: 

“Ningún país que se precie de serio puede carecer de pensamiento geopolítico y de un sistema de defensa acordes con los objetivos nacionales”. 

No podremos hacer efectiva nuestra definición de ser una nación bioceánica y bicontinental de otra manera. Y en la medida que no podamos resolverla, la recuperación de las Islas Malvinas y el ejercicio de soberanía plena en nuestro sector antártico no pasará de ser una utopía distante.

En el comedor de la Base Marambio hay una bandera argentina que reza la siguiente inscripción: “Cuando llegaste apenas me conocías, cuando te vayas me llevarás contigo”. A los antárticos les gusta repetir que no se puede amar lo que no se conoce ni defender lo que no se ama. Son los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas sirviendo en el COCOANTAR quienes nos permiten al resto de los ciudadanos argentinos conocer nuestro territorio más austral, valorarlo y aprovecharlo. 

El mismo axioma es válido para nuestras Fuerzas Armadas. En medio de un presente geopolítico cambiante, turbulento y un futuro incierto, podemos mencionar una frase del gran Almirante Storni, el hacía referencia a la defensa marítima, pero se puede hacer extensiva a la defensa de todo el territorio nacional: “Y esto es bueno que el pueblo argentino lo sepa, que el Honorable Congreso lo tome en cuenta y que los hombres de Estado lo mediten”.


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