Ucrania, un asunto de (des)interés para Estados Unidos
Por: Ivan F. Krolikowski
Europa se da cuenta del desfinanciamiento norteamericano a Ucrania y empieza a decidir qué hacer de ahora en adelante. El análisis del FMI y su mirada pesimista sobre el futuro de Ucrania. El rol de la OTAN en todo esto.
¿Cuál es la cruda realidad en el frente de batalla ucraniano? Y es que la realidad es desalentadora, pero es consecuencia directa de la desacertada dirección del presidente ucraniano Volodímir Zelenski. La realidad es que su política belicista encontró un lugar gracias al financiamiento externo de los países occidentales.
Por eso era de esperarse que, frente a una base de sustento tan débil por su abrumadora dependencia, en algún momento se pudiera apreciar la cáscara vacía. Y ya son más de una las personas que creen en esta idea, como es el caso del canciller alemán Olaf Scholz.
El canciller, durante su reciente intervención en el Parlamento alemán, no dejó pasar la oportunidad para alertar sobre la meta rusa: «…su objetivo es poner de rodillas a Ucrania militarmente, cuando occidente disminuya su ayuda militar”, destacando que «no se puede negar el peligro de que este cálculo salga bien».
Si bien son declaraciones relevantes, no nos quedemos con esto y sigamos confirmando nuestra «teoría» con los dichos del propio Zelenski.
Y es que, según recogía The Washington Post, el presidente ucraniano alertó a los legisladores estadounidenses declarando que «sin más ayuda», el conflicto se volverá brutal a medida que su ejército ceda territorio.
Ahora bien, ¿cuánto podría resistir Ucrania? Parece que el panorama tampoco se vuelve muy alentador en este campo.
La relación del Fondo con Kiev está en la cuerda floja
Kristalina Gueorguíeva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), afirmó que Kiev puede lograr solventar el déficit de financiación por un plazo de «un par de meses», siendo un problema sustancial que mientras se negocia un paquete de financiación entre Estados Unidos y la UE, se podría poner en peligro la economía ucraniana, al verse hipotéticamente obligada a adaptarse a la ausencia de nuevo apoyo financiero.
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¿Cuál es la cruda realidad en el frente de batalla ucraniano? Y es que la realidad es desalentadora, pero es consecuencia directa de la desacertada dirección del presidente ucraniano Volodímir Zelenski. La realidad es que su política belicista encontró un lugar gracias al financiamiento externo de los países occidentales.
Por eso era de esperarse que, frente a una base de sustento tan débil por su abrumadora dependencia, en algún momento se pudiera apreciar la cáscara vacía. Y ya son más de una las personas que creen en esta idea, como es el caso del canciller alemán Olaf Scholz.
El canciller, durante su reciente intervención en el Parlamento alemán, no dejó pasar la oportunidad para alertar sobre la meta rusa: «…su objetivo es poner de rodillas a Ucrania militarmente, cuando occidente disminuya su ayuda militar”, destacando que «no se puede negar el peligro de que este cálculo salga bien».
Si bien son declaraciones relevantes, no nos quedemos con esto y sigamos confirmando nuestra «teoría» con los dichos del propio Zelenski.
Y es que, según recogía The Washington Post, el presidente ucraniano alertó a los legisladores estadounidenses declarando que «sin más ayuda», el conflicto se volverá brutal a medida que su ejército ceda territorio.
Ahora bien, ¿cuánto podría resistir Ucrania? Parece que el panorama tampoco se vuelve muy alentador en este campo.
La relación del Fondo con Kiev está en la cuerda floja
Kristalina Gueorguíeva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), afirmó que Kiev puede lograr solventar el déficit de financiación por un plazo de «un par de meses», siendo un problema sustancial que mientras se negocia un paquete de financiación entre Estados Unidos y la UE, se podría poner en peligro la economía ucraniana, al verse hipotéticamente obligada a adaptarse a la ausencia de nuevo apoyo financiero.
Disminución de apoyo y pérdida de territorio, un escenario bastante hostil para la nación ucraniana, pero ¿cuáles son las causas? Veamos algunas de ellas:
- El Senado estadounidense no logró un acuerdo de ayuda para Ucrania, y se retomaría a inicios de este ya corriente 2024.
- En la Unión Europea (UE), la República de Hungría bloqueó el acuerdo de ayuda a Ucrania.
- Pérdidas para las empresas occidentales. Hay algunas compañías que anunciaron la salida del territorio ruso tras el inicio del conflicto con Ucrania, sufriendo pérdidas por más de 103.000 millones de dólares, según revela el New York Times.
- Desconfianza por una victoria real. Stephen Bryen, exfuncionario del Pentágono, y analista en temas de defensa, sostiene que los legisladores estadounidenses ahora se preguntan si no fueron incrédulos al creer que Ucrania podía realmente ganar la guerra.
Como podemos confirmar una y otra vez, la dependencia ucraniana de Occidente se hace totalmente absoluta. Pero lo más terrible es que esto pasa, aun cuando para la Unión Europea significa sabotear su propia estructura económica.
Ya lo había confirmado en noviembre el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, afirmando que según las estimaciones, Europa perdió u$s1,5 billones por las sanciones antirrusas que se implementaron. A pesar de esto y, aunque resulte sorprendente, hace poco la Unión Europea aprobó la duodécima sanción contra Rusia.
Nicolas Dupont-Aignan, miembro del Parlamento francés, consciente de la situación, declaró que el conflicto «está arruinando a los europeos», y agregó que «Mientras le damos nuestro dinero a Zelenski, pagamos 4 veces más por nuestro gas en los Estados Unidos y la pobreza está explotando en ¡nuestro país!»
Resulta entonces imprescindible preguntarnos, ¿por qué la Unión Europea decide deliberadamente cavar su propia tumba? La respuesta se nos aparece casi inmediatamente, y es ahí cuando entra en juego la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).
El rol de la OTAN como garante de los intereses norteamericanos en medio del conflicto
La OTAN, alianza militar europea y norteamericana, en sus inicios tuvo como propósito funcionar como barrera ante el avance del comunismo en Europa, teniendo como principal opositor a la Unión Soviética (URSS). Sin embargo, luego de la disolución de la Unión Soviética, la alianza sigue vigente y con actividad a día de hoy.
Un notorio ejemplo de su actividad surge con un hecho reciente: el Congreso de los Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que impide a todo presidente abandonar la alianza. Más específicamente, ni el presidente ni cualquier otro funcionario del gobierno puede «suspender, rescindir, denunciar, o retirar a EE.UU.” de la OTAN sin la promulgación de una ley del Congreso o la aprobación de dos tercios del Senado.
No solamente eso, sino que también aclara que el jefe del Ejecutivo deberá notificar por escrito al Comité de Relaciones Exteriores tanto de la Cámara Alta, como también de la Cámara de Representantes, cuáles las intenciones por las cuales se abandona la alianza con una anticipación de 180 días.
Pero… ¿por qué le otorga tanta importancia el gobierno de los Estados Unidos a la alianza?
La respuesta es la misma que a la pregunta que hicimos líneas más arriba, sobre los motivos por los cuales la UE sabotea su propia estructura económica: preservar el dominio de los Estados Unidos sobre la OTAN es el único fin.
Es prácticamente un hecho natural que, si la OTAN está conformada por un 71% de países que también son miembros de la Unión Europea (22 sobre un total de 31), exista un muy sugestivo estrecho vínculo entre ambas asociaciones. Por lo tanto, representarían en términos amplios, los mismos intereses. En simples palabras, lo que decida la OTAN también lo hará la Unión Europea.
Y es que naturalmente, como podrán intuir, los intereses de la OTAN son los de Estados Unidos. De los u$s1.35 billones que se destinan a la organización, sólo Estados Unidos destina un 64% del total, aportando u$s0.86 billones.
Es por esto que a Estados Unidos le importa tanto la alianza, tanto como para sancionar el mencionado proyecto de ley que impide al presidente de turno abandonar la tan preciada OTAN.
En síntesis: la disminución del apoyo para la nación ucraniana es decisión casi unilateral de la política exterior estadounidense, y como tal siempre estará bajo los intereses del gigante del norte.
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