Occidente en crisis: La murga de los renegados

Por:  Francisco Kovacic Gonzalez

El tema Israel toma relevancia y suma rechazos en Naciones Unidas. China, el nuevo “fantasma rojo” del siglo XXI. El retroceso de la campaña antirrusa.

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La situación difícil para los países títeres del imperio norteamericano es cada vez más evidente. Desde la espalda que están dando las Naciones Unidas, hasta las contundentes respuestas de los países emergentes, son señales claras del cambio de época que vive el mundo.

 “El régimen malvado será castigado por las manos de nuestros valientes, haremos que se arrepientan de este crimen y de otros similares”, manifestó el ayatolá Seyed Ali Jamenei, actual líder supremo de Irán. Y agregó que su país “emprenderá una dura respuesta” al asesinato de sus tropas que hizo Israel la semana pasada.

Pero esto no es todo. El tema Israel pasa cada vez menos desapercibido.

Say no more: basta de armas a Israel

La resolución, presentada por Pakistán en nombre de los Estados miembros de la Organización de Cooperación Islámica, con excepción de Albania, recibió el apoyo de 28 de los 47 miembros del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En tanto, seis votaron en contra y 13 se abstuvieron. 

Los puntos que resaltó el documento fueron: «cesar la venta, transferencia y desvío de armas, municiones y otros equipos militares a Israel» para así «evitar nuevas violaciones del derecho internacional humanitario y violaciones y abusos de los derechos humanos». 

Se cree que la resolución surge por el repudio de casi todo el planeta para que este organismo, comandado principalmente por Estados Unidos, tomará nota del carácter genocida que viene cumpliendo el estado sionista. 

«Necesitamos que todos se despierten y detengan este genocidio, un genocidio televisado en todo el mundo», expresó el embajador palestino ante la ONU, Ibrahim Mohammad Khraishi.

Los países que votaron en contra de la resolución fueron Estados Unidos, Alemania, Argentina, Bulgaria, Paraguay y Malaui.

Entre otros puntos destacados de la resolución se encuentran: «la necesidad de garantizar la rendición de cuentas por todas las violaciones del derecho internacional humanitario y del derecho internacional de los derechos humanos para poner fin a la impunidad». Además, se exige que se termine la ocupación de territorios palestinos y que se levante el bloqueo sobre la Franja de Gaza, como así también con “todas las demás formas de castigo colectivo». 

Mientras tanto la representante israelí ante el Consejo, Meirav Eilon Shahar, acusó al organismo de “haber abandonado al pueblo israelí durante mucho tiempo”, como así también de “defender a Hamás» y afirmó, antes de la votación que, de acuerdo con el texto, «Israel no tiene derecho a proteger a su pueblo, mientras que Hamás tiene todo el derecho a asesinar y torturar a israelíes inocentes», por lo que un voto a favor de la resolución «es un voto para Hamás», según sostuvo.

China, el nuevo red ghost

Katherine Tai, la representante comercial de los Estados Unidos, sostuvo en una sesión informativa en Bruselas que las economías de Estados Unidos y Europa luchan por “sobrevivir frente al modelo económico de China”. 

«Creo que el reto que nos plantea China es la capacidad de nuestras empresas para sobrevivir en competencia con un sistema económico muy eficaz», declaró la funcionaria. 

Tai describió al sistema económico chino, como un sistema al que ellos han calificado «como no basado en el mercado, nutrido de forma diferente”, el cual está peleando “contra el que sí está basado en el mercado”,y que por los resultados que se vienen demostrando, el segundo “va a tener problemas para competir y sobrevivir».

«Esto es algo que requerirá intervención», añadió, subrayando la necesidad de que la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos deberán trabajar juntos para «asegurar y salvaguardar» sus modelos económicos y sociales.

En ese mismo sentido, la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, reclamó ayer viernes en China «igualdad de condiciones» para las firmas de ambos países y alertó que los subsidios industriales de Pekín amenazaban ese equilibrio. Esto incluye la cuestión de la sobrecapacidad industrial de China: Estados Unidos y otros países están preocupados de su posible propagación mundial», tal como explicó la responsable de finanzas de EEUU. 

Yellen está desde el jueves 4 de abril en China, siendo su segunda visita en menos de un año en el país oriental, con paradas previstas primero en la ciudad meridional de Cantón y luego en Pekín. Y que haya elegido Cantón como parada no es casualidad: es la localidad más rica del país y símbolo del poder manufacturero chino.

La secretaria del Tesoro tiene previsto reunirse con su homólogo Lan Fo’an, el viceprimer ministro He Lifeng y el primer ministro Li Qiang, además del gobernador del Banco Central Pan Gongzheng. El secretario de Estado, Antony Blinken, también tiene previsto viajar a China en las próximas semanas. 

Stage fatality – El antirrusismo pierde apoyo

China, Arabia Saudita e Indonesia le pidieron a la Unión Europea que “abandone cualquier idea» sobre la confiscación de los activos congelados de Moscú, valuados en más de €200.000 millones, según señaló el portal Político. 

Sucede que Estados Unidos y Reino Unido están impulsando la confiscación de activos rusos, como una forma de castigo a Rusia por la operación militar especial en Ucrania. Es un manotazo ahogado para intentar trabar el desarrollo ruso y dar vuelta el resultado de la guerra que Ucrania y la OTAN -dispositivo de alianzas militares de los EEUU- están perdiendo estrepitosamente. 

Varios países de la UE ya se opusieron firmemente a la propuesta, por temor a las ramificaciones legales y a la posible desestabilización de la eurozona. 

Ahora se suman más países al rechazo: China, segunda economía del mundo y aliado cercano de Rusia; Arabia Saudita, recientemente incorporado al bloque económico del BRICS, hasta no hace mucho gerente de los intereses de Estados Unidos en Asia Occidental, e Indonesia, el país que concentra la mayor cantidad de población musulmana del mundo.

Las otrora potencias hegemónicas de occidente ya no tienen nada que ofrecer al resto del mundo. No pueden incorporar a nadie. De a poco, países que antes se subordinaron a sus designios y a su política internacional, se van escindiendo de ese dominio. El cambio de época es inminente.