INFORME
TAM: La joya blindada
de la ingeniería argentina
Por: Daniel Elía (MLN)
*Daniel Elía es militante del Movimiento de Liberación Nacional que conduce Martin Ayerbe y las propuestas desarrolladas en este artículo se encuentran en sus plataformas de campaña.
El Aluvión no es un medio orgánico a ningún partido político en especial, pero si a los intereses de la patria. Y entendemos que es nuestra tarea difundir todas aquellas propuestas que discutan cómo dejar de ser una semi-colonia.
Desde los primeros intentos por equipar al ejército con blindados hasta la moderna actualización del TAM 2C A2, un repaso sobre el desarrollo argentino en la industria militar y su rol en la defensa del país.
Tras analizar las lecciones de la Primera Guerra Mundial, Argentina se decidió a mediados de la década de 1930 a equiparse con tanques. El ejército decidió la compra de 160 tanques checoslovacos Panzer 38 Ton. Dicha compra fue cancelada, ya que, tras la invasión alemana de Checoslovaquia, el ejército alemán decidió quedarse la producción entera de dichos tanques.
Así, en 1939 la fuerza blindada del ejército argentino se limitaba a unos pocos tanques Vickers Carden Lloyd, comprados en 1934, y media docena de Crossley comprados en 1924. Dado el tamaño del país y la extensión de las fronteras, el ejército alegaba que Argentina requería una fuerza blindada más poderosa, moderna y numerosa.
El primer tanque autóctono
La Segunda Guerra Mundial supuso que no era posible encontrar blindados en el mercado, ya que ninguno de los países combatientes quería vender tanques cuando los necesitaban para la lucha. Argentina se inclinó por fabricar su propio tanque, lo que llevó a la construcción del Nahuel DL-43. Este era un tanque mediano armado con un cañón de 75 mm. Estaba claramente inspirado en el primer M4 Sherman, aunque incorporaba mejoras en diseño y blindaje.
El primer tanque salió de fábrica en 1944, pero sólo se completaron 12 unidades antes de detener la producción en 1945. El fin de la guerra determinó que ahora existía un enorme excedente de tanques, los cuales eran vendidos a precios bajos. Además, las necesidades de los países europeos hicieron suponer que aceptarían encantados el grano argentino como forma de pago. El Nahuel DL-43, fue así abandonado, descartado y reemplazado por lotes de tanques Sherman de segunda mano.
Fuerza blindada argentina
Argentina compró tanques excedentes del ejército estadounidense y británico. Los primeros tanques Sherman llegaron entre los años 1946 y 1947, cuando el gobierno del Teniente General Perón realizó una importante compra de material bélico. Gran parte de los Sherman estaban equipados con el cañón de 75 mm. pero, más de la mitad de ellos, estaban armados con el cañón de 17 libras (76,2 mm). De tal manera, el arma blindada quedó compuesta por unos 400 tanques M4 Sherman y Sherman Firefly.
Nuestro país recibió los Sherman en distintas condiciones de mantenimiento, lo cual provocó que, con los años, solamente quedara en servicio una parte de estos. Esta situación dejó en evidencia la necesidad de comprar tanques más modernos y veloces para que el arma blindada argentina fuera efectiva en combate.
En la década de 1960, el Ejército Argentino contempló la necesidad de reemplazar el grueso de su fuerza acorazada compuesta por los viejos M4 Sherman y Sherman Firefly. Para ello, implementó el Plan Europa, en el que se buscaría diversificar los proveedores de armamento y buscar un socio tecnológico para comenzar con el desarrollo de la industria de defensa nacional. El primer paso fue la adquisición de 60 cazatanques franceses AMX- 13/105 mm. a finales de la década de 1960 y principio de 1970.
Otras opciones descartadas fueron el AMX-30, el Chiesftain y el Leopard1. Por su parte, Estados Unidos había ofrecido anteriormente el M41 Walker Bulldog, oferta que retiró tras el golpe de 1966.
Una vez reinstaurada la democracia se ofertó el M60A1 pero el ejército argentino prefirió comprar sus tanques en Europa. Gran Bretaña ofreció sus blindados Saladin FV601 Mark II, pero se les consideró no adecuados a las necesidades del Ejército.
El ejército pensó que el AMX-13 y su familia de blindados le permitirían unificar la cadena logística y reducir los costos operativos. Además, en Francia, Argentina podría tener ese socio tecnológico que permitiese el desarrollo de la embrionaria industria de blindados. El contrato contemplaba el montaje en Argentina de vehículos a partir de componentes suministrados por Francia, como paso previo a una posible serie de vehículos enteramente producidos en el país.
Argentina compró 80 AMX-13 con cañón de 105 mm, 180 vehículos de transporte blindado AMX VCI, 14 cañones autopropulsados AMX-155 F3 y 2 AMX-13 PDP (Poseur De Pont) Modèle 51. También se compraron vehículos blindados Panhard AML-245H90, armados con cañones de 90 mm. Asimismo, se compraron en Suiza 60 Mowag Grenadier transporte de personal y, adicionalmente, para fomentar el desarrollo de la industria local 60 Mowag Roland portamorteros y 40 AMX-13, ensamblados en el país.
Los AMX-13 no cumplieron con las expectativas y necesidades, por lo que el Estado Mayor General del Ejército Argentino solicitó que se desarrollase una nueva preselección y concurso para definir el nuevo carro de combate mediano, hecho específicamente para equipar a todas las unidades blindadas argentinas para los años 1980.
Este vehículo debía cumplir con todos los requisitos solicitados por el Ejército Argentino. De no cumplirse con tales requisitos, el Requerimiento Operacional exigía la producción local del vehículo, para lo que se buscaría un socio industrial.
Los alemanes presentaron el Leopard1 y Francia presentó, a través de GIAT Industries, el AMX-30. Estos dos modelos eran muy similares y estaban considerados como los mejores CCP de Europa. Ambos poseían cañones de 105 milímetros, buena opción y una muy buena movilidad.
Estados Unidos quiso participar en el concurso y envió un M60 Patton para ser evaluado por el EA. El carro de combate estadounidense resultó muy pesado, no tenía la autonomía requerida, era más lento que los europeos. Además, era más costoso de adquirir y mantener.
Descartados todos los modelos evaluados, el Ejército Argentino emprende la búsqueda de un tanque que cumpliera todos los requerimientos solicitados, y sirviera de base para toda una nueva familia de blindados.
A todo ello se unió que, en aquellos años, por razones políticas el Ejército Argentino no pudo adquirir tanques en el extranjero. De tal suerte, la fuerza se sintió frustrada por no poder producir sus propios tanques. Algunos recordaron en aquellos años el fracasado proyecto del tanque argentino Nahuel DL-43. Entre las ideas a las que se recurrieron estuvo presente la de repotenciar los Sherman Firefly con los cañones FTR Cal. 105 mm. L 44/57 del AMX-13/105. Supuestamente, fueron producidas 120 unidades, como un disuasivo ante una eventual guerra con Chile.
Apuesta por el TAM
Descartados los Leopard1 y AMX-30B por no cumplir totalmente los requerimientos argentinos solo quedaba emprender la búsqueda de un modelo completamente nuevo que permitiese cubrir los requerimientos y que sirviera de base para el desarrollo de una familia de blindados.
Aunque Argentina diseñó y produjo, en la década de 1940, el Nahuel DL-43, diseñar un vehículo de combate de última generación era en ese momento inviable por no disponer de instalaciones industriales y tecnológicas, no presentes en Sudamérica para entonces, y que podría llevar más de diez años y suponer enormes cantidades de dinero que el estado no podía asumir. Se optó por buscar un socio tecnológico para la producción de un carro de combate moderno.
Thyssen – Henschel había creado el Light Combat Tank Marder with 105 mm gun y ofrecido el concepto a la República Federal de Alemania, al Ejército de Brasil y luego al Ejército Argentino. Por esto se firma un acuerdo con el consorcio alemán Thyssen – Henschel, que desarrollaría el TH-301, una variante modificada con chasis de un Marder, a la vez que formaría a los ingenieros y técnicos argentinos, realizando la transferencia de tecnología necesaria para que la producción en serie sea fabricada en el país. El transporte de personal Marder se había empezado a fabricar en 1970, siendo eficiente y con componentes mecánicos probados y en producción.
Entre 1974 y 1976 se desarrollaron dos versiones básicas solicitadas por el alto mando argentino. La primera sería un tanque medio de 30 toneladas, dotado de un cañón de 105 milímetros y la segunda un vehículo de combate de infantería, muy similar al Marder, pero dotado con una torreta biplaza armada con un cañón de 20 mm, que luego se usaría como transporte de personal.
Las evaluaciones de los prototipos del TAM se realizaron durante dos años, en las cuales fueron probados en todos los terrenos posibles, recorriendo 10.000 km, con pruebas en la cordillera de los Andes a 4.560 m de altitud, en la llanura central y en el desierto patagónico con temperaturas de hasta -15 °C, como así también en las selvas tropicales del norte del país con más 38 °C.
Concluidas las pruebas y con 1.452 modificaciones de diversos tipos solicitados por el Estado Mayor del Ejército Argentino, la variante alemana del Marder recibe el visto bueno para la producción del primer lote de vehículos.
En 1980 se crea la empresa TAMSE (Tanque Argentino Mediano Sociedad del Estado) en la localidad de Boulogne Sur Mer, provincia de Buenos Aires, encargada de producir los vehículos en serie. El primer producto fue entregado al Regimiento de Caballería de Tanques 8 en 1981. Para 1983 el 70% de los componentes se producían localmente en Argentina.
El desmantelamiento
La empresa TAMSE se desmantela por cuestiones políticas en el año 1990. Sus instalaciones, edificio administrativo y talleres, pasan a ser ocupadas por la Dirección de Arsenales del Ejército que, a su vez, constituye la Agrupación de Arsenales de la cual dependen el Batallón de Arsenales 601 “Fray Luis Beltrán” y el Batallón de Arsenales 602 “Angel Monasterio”, con asiento en la localidad de Boulogne, Provincia de Buenos Aires.
Todo el inventario de insumos y herramientas como ser: Bogies, Bateas, Orugas, Visores, Motores Diesel (MTU) de 720 CV y accesorios varios quedaron como remanente en el predio de Boulogne, según lo ilustran las imágenes adjuntadas.
En las distintas ilustraciones se pueden observar aproximadamente 40 bateas de VCTP (Transporte de personal) y 9 bateas de TAM aprovechables, con tratamiento térmico y mecanizadas, listas para ensamblar durmiendo a la intemperie.
Tanto los Bogies como las bateas se producían en los talleres ferroviarios de San Martín, Provincia de Buenos Aires. El tubo cañón 105 mm del TAM se producía en la planta de armamento de la Fábrica Militar Río III. También dicha Agrupación conserva un stock de Cañones “Rheinmetall” de 20mm dotación de los VCTP.
Asimismo, la ex fábrica TAMSE producía los Cañones Autopropulsados de Artillería (VCA) con Tubo “Oto Melara” de 155mm y 24 km. de alcance.
El VCA “Palmaria” (Vehículo de Combate de Artillería) es un cañón autopropulsado construido por TAMSE en los años ochenta para el Ejército Argentino. El referido material es dotación de varias unidades de artillería como ser el GA Bl 2 con asiento en Rosario del Tala, Entre Ríos.
Como resultado de investigaciones y recopilación de datos hasta la fecha, se pudo determinar que la empresa Champion S.A. con planta en la localidad de Villa Martelli, Provincia de Buenos Aires, estaba abocada a tareas de mantenimiento y modernización del parque de tanques. Dicha empresa posee toda la información tecnológica, manuales y planos necesarios para reactivar la planta de producción en Boulogne, la cual se conserva en óptimas condiciones estructurales.
La modernización: TAM 2C A2
Esta nueva designación del Tanque Argentino Mediano corresponde a la modernización de toda la familia TAM que está siendo realizada en Israel. Dicha actualización implica a 74 vehículos.
El convenio con la empresa Elbit Systems de Israel cubre la totalidad del proceso de ingeniería y modernización de la torre del tanque así como también todos los componentes tecnológicos que se le agregan, por otro lado, el proceso de recuperación de las bateas incluye el recambio de gran parte de los componentes mecánicos y repuestos, tareas que están bajo la responsabilidad del ejército argentino.
En la actualidad, se encuentra concluida totalmente la etapa de ingeniería de producto y se está trabajando en la ingeniería de proceso y transitando la etapa pre-serie y pruebas, la cual comenzó una vez evaluado el prototipo en su comportamiento técnico operacional. Se cuenta hoy día con dos tanques terminados y evaluados con la previsión de sumar tres tanques en los próximos meses, cabe señalar que este proyecto comenzó en 2010, en estos últimos trece años se habían entregado sólo dos vehículos terminados, durante este año se van a recibir más vehículos de combate que los entregados desde el inicio del proyecto.
Recordemos entonces, las actualizaciones puntuales del TAM 2C A2: es una modernización significativa del TAM diseñada para mejorar su capacidad operativa y extender su vida útil; el sistema de control de tiro digital mejora la precisión, permite optimizar el disparo tanto en movimiento como en posiciones estáticas; integración de sistemas modernos; incorporación de tecnologías avanzadas de puntería y disparo; blindaje de protección, blindaje reactivo y pasivo mejora la resistencia del tanque contra proyectiles perforantes y explosivos; sistema de detección y alerta temprana, equipo para detectar amenazas y alertas a la tripulación de posibles peligros.
El armamento cañón de 105 mm modernizado con mayor rendimiento balístico y compatibilidad con municiones modernas; ametralladoras coaxiales y antiaéreas mejoradas, actualización para mayor fiabilidad y capacidad de fuego; movilidad y potencia, actualización del sistema de suspensión, mejora de la maniobrabilidad y de la comodidad en terrenos difíciles; mejoras del motor y transmisión, incremento en la potencia y eficiencia del motor; sistema de navegación y comunicación, navegación inercial y GPS mejoras que permiten una operación más efectiva en distintos terrenos y condiciones; sistema de comunicación avanzados facilitan la coordinación y el intercambio de información en el campo de combate.
El estado de modernización es actualmente de cinco unidades y se prevé unas veinte unidades al estándar 2C A2. El objetivo es modernizar un total de 74 unidades en el futuro cercano.
Este es el presente del TAM, la versión 2C A2, que desfiló el 9 de julio pasado (2024):
Mirando al futuro
De cara al futuro mediato la Argentina tiene el desafío de volver a ser un país industrial como antaño. Esta Nación bendecida por Dios debe imbuirse del espíritu “Malvinas”, y superar las infames condiciones impuestas por el poder mundial (OTAN).
A la llegada de la tan ansiada “democracia” en 1983, teníamos 14 fábricas militares superavitarias, hoy sólo quedan 3 de aquellas chimeneas que forjaban la defensa; suministrando al país acero y tantos otros productos manufacturados por los obreros argentinos.
Dominamos tecnologías avanzadas como la nuclear, tenemos excelentes técnicos y profesionales en distintas disciplinas, pregunto: ¿no vamos a poder modernizar y fabricar el Tanque argentino totalmente en nuestro suelo? La dependencia es más cómoda pero muy cara en dinero y en sangre. Las privatizaciones, antes mal que bien, nos conducirán a la disolución nacional. La inteligencia y la preferencia por nosotros mismos nos harán ser el país que pudo haber sido.
Heredamos de los Generales Savio y Mosconi un futuro promisorio que no supimos defender. En el espectro político actual sólo un hombre como Martín Ayerbe, líder del MLN, recoge el testimonio de Savio y Mosconi para reindustrializar a la Nación a través del Modelo Argentino para el Proyecto Nacional, legado político del General Perón anunciado el 1° de mayo de 1974 en la apertura de Sesiones del Congreso Nacional.
Para engrandecer a la Patria tenemos la obligación de volver a encender aquellas chimeneas que nos garanticen la soberanía política, la independencia económica y la justica social.
“Sin acero siempre seremos vasallos” y sin la producción de nuestras propias armas, siempre seremos dominados.
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