Por Lucía Ferrari (MLN) | Lo realista es volver a lo que funcionó, el modelo argentino para el proyecto nacional que Perón nos dejó a nosotros, su único heredero, el pueblo. Por eso las plantas de San Nicolás y Zapla deben ser expropiadas y devueltas a quien las construyó con sangre, sudor y lágrimas: el Estado Empresario argentino.