El fantasma del Imperio, a la caza de Sudamérica

La cuestión central está, como bien recalcó la portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, María Zajárova, en que si realmente el armamento fuera «chatarra», Washington no ofrecería equipo moderno a cambio.

Pero las medidas para hacer frente al crimen organizado no son gratuitas. Y es entonces cuando entra en escena otro excelente plan del presidente Noboa: Declarar como prioritarios a los 60.000 policías y 30.000 militares que se encuentran en las calles, para que tengan más armamento, sin darle importancia a los sueldos públicos restantes. Es decir, más armas para las fuerzas y más pobreza para los trabajadores. Una fórmula bastante ensayada a lo largo de la historia.

«En este momento todavía no estamos seguros si se va a poder pagar el 100% de los sueldos públicos de enero. La caja fiscal está realmente golpeada», reconocía el viceministro de Gobierno de Ecuador, Esteban Torres.

Y como para no olvidarnos de la protagonista de nuestra historia, Laura Richardson también hizo su aparición implacable en tierras panameñas.

Teniendo “acuerdos y más acuerdos”, según detalla el comunicado de la embajada de EEUU en Panamá, es que se buscará avanzar en cuatro pilares: seguridad fronteriza, ciudadana, cibernética, y marítima.

Tan bien conocido es el accionar norteamericano, que se podría reducir a la siguiente fórmula: cuando no hay acuerdos, hay sanciones o, en el peor de los casos, intervenciones. Es así que a través de un comunicado de prensa del Departamento de Estado de EE.UU., el portavoz Matthew Miller declaró que el gobierno estadounidense no le renovará a Venezuela la Licencia General 44 y 43, relacionadas con el sector petrolero, gasífero y minero.

Ante esto, Nicolás Maduro declaró: «Hoy hay otro mundo y nuestro país debe saber, nuestro pueblo debe saber que ya nació otro mundo, y ya no dependemos ni de gringos ni de nadie en este mundo para invertir, para prosperar, para progresar, para avanzar, para crecer…»

Pero todavía hay aún más, una reciente Investigación periodística de la agencia The Associated Press (AP), reveló la existencia de una operación encubierta de la Administración de Control de Drogas (DEA), llamada «Operación Tejón del Dinero», que se proponía construir casos de narcotráfico contra funcionarios del gobierno venezolano.

Es más. Wes Tabor, un ex agente de la DEA, dijo ante la prensa del mundo lo que es la realidad efectiva comprobada por todos: “No nos gusta decirlo públicamente -por EEUU- pero somos, de facto, la policía del mundo».

El exjefe de operaciones internacionales de la DEA, Mike Vigil, dijo en esa línea: «Es muy raro que se haga simplemente porque existe la posibilidad de que le explote en la cara al gobierno de Estados Unidos.» 

«Pero Venezuela ya se había convertido en un Estado canalla. Creo que sacaron la conclusión de que no tenían nada que perder», agregó.

Y como para darle un contenido satírico a la cuestión, el documento que devela la operación fue revelado por error. Así es, el documento habría sido introducido accidentalmente por la fiscalía federal de Manhattan en una página web, junto a  otros documentos relativos al juicio por asociación ilícita contra dos ex supervisores de la DEA, terminó siendo revelado accidentalmente.

Ante este panorama nos queda claro cuál es la impronta norteamericana. Y cuando la tan preciada libertad aclamada por gigante del norte es totalmente abandonada, en virtud de preservar la «democracia», aún cuando eso significa coartar la soberanía de naciones independientes.

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